lunes, diciembre 24

Te llamo en un rato, que estoy en el subte

Yo soy una de las infelices que tienen que trabajar hoy, pero no por que haga falta, sino por que mi jefe aun no se da cuenta de que nadie trabaja el 24 ni el 31, salvo los pobres infelices del comercio adicto a estas épocas consumistas por excelencia.

Entonces viajaba cómodamente sentada en el subte y me disponía a comenzar una nueva lectura, cuando escuché un sonido metálico que me desconcentró levemente, un ring tone de otro pasajero. Volví a mi lectura que aun no había comenzado y me disponía a comenzar en ese momento, cuando noté que el rigntone continuaba sonando. Tuve que levantar la cabeza para ver quien era el desubicado que osaba interrumpirme con la melodía insoportable: Un tipo común y corriente, sentado placidamente, muy relajado, con su celular en la mano, abierto.
Por tercera vez intenté volver a mi libro, pero la melodía se repetía incansablemente. Volví a levantar la vista, tratando de comprender por que este caballero no se dignaba a detenerla, me estaba volviendo loca. Lo miro insistentemente para que la termine, pero el señor estaba atrapado por su celular y su música vomitiva y no parecía tener intensiones de callarla. Pensé en hacer yo lo mismo, para que se de cuenta de lo molesto que es, pero no me iba a tomar el trabajo de convertirme yo también como una inadaptada.
Esto no hizo mas que recordarme las sabias palabras de
L.G. al respecto de la cultura celular, donde el órgano sexual masculino es inversamente proporcional al tamaño del teléfono móvil.
Esperé a la próxima estación y cuando comenzaba a abrirse la puerta, decidí tomar el toro por las astas, me levanté, arrebaté su celular, ante la mirada atónita del individuo, y lo revoleo por la puerta para despues volver a sentarme en mi lugar. Ante la confusión del momento el tipo tenía dos opciones, o salir corriendo detrás de su aparatejo volador o proferirme un listado interminable de insultos y reclamos. Claro que optó por la primera, sobre todo por que empezaba a sonar la alarma de cierre de puertas.
Finalmente, luego del cuarto intento, logré comenzar con mi lectura de "El profeta" vamos a ver que me depara esta nueva aventura.
Feliz navidad para todos!!


Blogger Alejandro dijo...

jua jua, pagaria por ver la cara del tipo que tenia el celular, y la de tu cara de satisfaccion!
Felicidades  


Blogger ©Iv4n4 dijo...

aahhmmm ahora ya no se si creerte lo de timida  


Blogger Carla dijo...

la verdad es que si, soy tímida!!! a pesar de todo, soy bien cabrona  


Publicar un comentario