martes, julio 15

Advertencia

Una vez cada 28 días, aproximadamente, es sabido que las chicas tenemos un día especial, en el cual estamos particularmente sensibles. En ese día, cualquier cosa puede suceder: euforia, gritos, llantos, enojos, compulsividad desmedida, quebrantamiento de tarjetas de crédito y bolsillos, todo está permitido. Déjenme contarles entonces, lo que me sucedió a mi en esta oportunidad.

Iba yo cruzando una avenida, con toda la furia que puede cargar un ser humano, pero siempre dentro de la ley, y respetando el semáforo, cuando un infeliz (tachero, pobre tipo) tuvo el tupé de doblar y tirarme el auto encima, al mismo tiempo que hablaba por teléfono.

Pocas cosas me dan tanta bronca como la falta de respeto de las señales de tránsito, imagínense si se da el caso de que la infracción se comete a causa de otra infracción, como es hablar por teléfono mientras se conduce: puedo convertirme en el mismísimo demonio, cosa que aconteció.

Al ritmo de un “a donde vas, INFELIZ??!!, frená!!!” metí mi delicada mano POR LA VENTANILLA del parlante/conductor, con el claro objetivo de manotear su teléfono, cosa que hice, pero no pude terminar a mi manera, por que el pobre hombre, despavorido, lo sujetó con fuerza, doblándome algún que otro dedito, y aceleró, PISANDOME UN PIE.

En ese momento me dí cuenta de la atrocidad que acababa de cometer, y mi alma volvió al cuerpo, exorcizando al Belcebú que lo había poseído por esos escasos segundos.

Las próximas tres o cuatro cuadras las caminé presa del pánico, sin entender como es que había podido sacar tanta, pero tantísima agresión de mi cuerpo, y lamentándome realmente no haber partido en 30 pequeñas astillas ese teléfono, así el mal nacido en cuestión no volvía a atreverse nunca mas en su vida de haber hecho lo que hizo.

Igualmente pienso que a esta altura el sigue tan asustado como yo, y no lo va a volver a hacer. Mis deditos y mi pie están bien, por suerte.

Si!! Hombres del mundo: Cuídense de las mujeres que están en los días premenstruales!! Somos muy peligrosas!!!!

PD: Les juro que esta no es ninguna de mis artimañas para engatusar desprevenidos, esto es la pura verdad, antes de hacer eso me negué a sacar una fotocopia diciendo “yo no soy secretaria” a un pobre viejo que se negó a que le enseñara a usar la copiadora, y después de ese episodio reprochable, me ofendí con mi chongo por que me dijo “pancha” y no se dignó a pedirme disculpas, a pesar de que yo le pedí las correspondientes por contestarle “pancha tu abuela”.


Update :: Estoy escuchando a Ravi Shankar, a ver si me baja esta mala onda con algo


Blogger El gato vagabundo dijo...

En esta historia hay dos pelotudos, el tachero y el chongo. Lo siento, pero es asi. Mi hermano dice "pancha, o pancho" con animo despectivo, y lo ahorcaria ahi en el acto. Y al tachero tenias que sacarle el celular y revolearselo contra el parabrisas.
Yo lo que hago es patearles el espejo retrovisor y correr en contramano. Nunca falla. Y te cagas de risa como 10 cuadras seguidas...  


Blogger Carla dijo...

jajaja!!!! muchas gracias!!! necesitaba que alguien me diera la razon!!!.
si, dos pelotudos, igual el chongo ya reconoció su error...  


Publicar un comentario