miércoles, julio 16

Wall E

Mis días de furia terminaron bien, fui al cine, saque una (1) entrada para ver Wall E y me senté en cualquier asiento, sin importarme la numeración de mi ticket. La verdad es que fue un final mas que feliz.

Wall E no es solo una película para niños, es un mensaje, una alerta. Es una película mas de crítica al American Way of Life, pero muy bien pensada, tiene un alto contenido de sacudón acerca de la contaminación, de la comunicación, del consumismo insensible y de la indiferencia. También habla de los buenos modales, del respeto al prójimo y, por que no, del amor, a pesar de estar representado en un robot.

Sobre todo, habla de “vivir” antes que “sobrevivir”. Es una especie de “Un mundo Feliz” de Aldous Huxley, pero reversionada.

Si se las recomendaron, no se equivocaron, y si no lo hicieron, se las recomiendo. No hace falta que vayan con un niño a verla, pero si lo hacen, además de ahorrarse la “vergüenza”, empiezan a educar a alguien desde pequeño.

La verdad es que hoy estaba, casualmente, pensando en lo cansada que estoy de las relaciones sintéticas, instantáneas y superficiales, y de no se del todo consciente de todo mi potencial como ser humano, capacidad que incluye la de pensar, sentir, compartir, dar un beso o dar un abrazo, de llorar lagrimas de verdad en lugar de poner caritas tristes en el Messenger, que harán el resto por mi.

Bueno, también es una película optimista, a pesar de la dureza del mensaje, y eso ayuda a que sea una película infantil y a que uno cierre bien el día. No se la pierdan.


Blogger El gato vagabundo dijo...

Ya estoy haciendo un lugarcito en la agenda para ir a verla.

Me imapcto lo de las caritas del messenger... si bien no lo hago, reconozco que es una gran verdad y un mal cotidiano. Nos escondemos, por las dudas, para que no vean nuestra humanidad. Y precisamente eso, la humanidad, es lo mas valioso que tenemos.

Un abrazo  


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