domingo, septiembre 7

El primero V

Despues de muchos desencuentros, idas y venidas, peleas por mail, y malos entendidos, finalmente negociamos que el pasaba a buscarme por la casa de una amiga, donde yo iba a estar cenando, el sábado a las 12.
Por una vez en la vida nos íbamos a ver con tiempo, para estar tranquilos, sin horarios, sin presiones, y ese sábado llovía, lo que lo hacía ideal para pasar la noche juntos.
Hasta último momento no podía creer que ese plan era realidad, y cuando lo hice, paso lo inevitable: suspendió por entumecimiento muscular, mencionó algo de un cuello ortopédico.
Me largue a llorar desconsolada y sin remedio.


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