El Primero I
Despues de tanto esperar este momento, después de tanta ansiedad e incertidumbre, dudas, alegrías espaciadas, planes, expectativas, y todo lo que una mujer puede sentir cuando su “chico” está de viaje, El Primero yacía a mi lado, sentía su respiración en mi cama, donde se había quedado dormido y parecía estar en paz. Sentía su cuerpo tibio, y su mano, aun agarrando la mía.
Y sin embargo, ya no era eso lo que yo quería.