miércoles, septiembre 7

Hasta cierto punto

si, es OBVIO que yo NO saqué la foto, por que en 1983 apenas tenía 3 años!
Hasta cierto punto cambio por amor. Hasta cierto punto te quiero cortar las alas, y hasta otro cierto punto te dejo que me las cortes a mi.
Igualmente creo que, escondida en la trama de la película, hay un llamado de atención importante a los prejuicios. A los prejuicios machistas, y a los de machismo de otras personas, por ser de tal o cual grupo social.

Además de las distancias culturales, (que yo las acorté, recordemos que trabajo con mexicanos, cubanos, y latinoamericanos en general) el sonido es complicadísimo, y no por que sea dificil de entender, no, que va, sino por que no está muy bien elaborado, lo mismo con la imagen, oie chico! hay ideas fabulosas, pero no llegan a ser lo que (supongo) quiso el director (Tomas Gutierrez Alea) o el director de fotografía (Mario García Joya). De todo esto me queda en limpio que, para ser una película de 1984, lo que le falta no es buen gusto ni imaginación, sino tecnología. Ni siquiera plata, sabemos de cine independiente hecho con dos mangos, y sin embargo, con excelentes resultados.

No, lo que le falta a esta película va mas allá de las posibilidades de los productores, y da una pauta importante a cerca del aislamiento que tienen, y sin embargo, somos tan parecidos en las cosas mas básicas, el prejuicio y el machismo son denominador común en este caso. También el desencuentro entre dos personas. El protagonista está planificando todo el tiempo su película, sin darse cuanta de que en realidad está planificando su propia vida, y sin poder hacer nada a tiempo para detenerlo. A la pobre gaviota no le queda mas remedio que seguir volando. Y así es la vida, hay que seguir volando, no hay que cederle las alas a nadie.

Y otra cosa es el reclamo social puesto de fondo. No parece tener un papel principal, pero ahí está todo el tiempo, el mal estado de las cosas, que necesitan reparación y que los materiales no llegan, desde hace 1 año, 10 años, 100 años!.

Me gustó, le falta nitidez en general, pero hay detalles, imágenes, diálogos, sonidos, lugares, que la hacen demasiado linda, Mirta Ibarra está genial. No es una historia dificil, al contrario, es completamente predecible, salvo por el final. Jamás me parece importante en final de una película, casi siempre llega sólo, y es conocido antes de que suceda, es intuido, y sin embargo en esta película el final tiene un rol tan importante, es una decisión tan dráasticamente impredecible, que es fundamental. Tampoco es un final dificil, al contrario, pero si es muy importante.
(pd: la ví en el Cosmos, hay un ciclo de cine cubano, vale 5 pesitos hasta el miércoles, después creo que 8 o 9, y el ciclo se repite hasta el 14 de Sept)


Publicar un comentario