La puritaine

Cuando es/está uno suficientemente grande/maduro/ inteligente/liberal/superado como para enfrentar a sus padres? Existe ese momento?

Uff, los padres y los hijos. Me gusta mucho el cine francés, esta tranquilidad intranquila, esta rapidez lenta. Pero les juro que esta película me costó horrores.
O sea, es tan sencillo como eso, una hija que se reencuentra con su padre, intentando ser lo suficientemente adulta como para que el se de cuenta de que ya no es una niña.
Cuanto tenemos que hacer para ganarnos el amor de nuestro padre? Quizás nada, y sin embargo, sentimos a veces esta carga tan grande que es separarnos de nuestros padres en la adolescencia, y ganar su aprobación al mismo tiempo, su respeto, su atención.
La puritana, Manon, increiblemente interpretada por Sandrine Bonnaire, se fue por el mundo para demostrarle a su padre (o a ella misma?) que no es una puritana, que es una mujer, y que puede tener una vida. La puritana se fue por el mundo, para regresar un día, y comprobar lo dificil que le resulta a ambos el reencuentro.
Y su padre (Pierre, Michel Piccoli) al enterarse de su regreso, se pone a investigar las razones de su partida. Cosa que, por supuesto, no logra descifrar.

Jodidísima. Por supuesto que me tocó el corazón, por supuesto que me sentí muy identificada. Yo también regresaré algún día a reencontrarme con mi padre.

Bueno, dirigida por Jaques Doillon, 1986, muy grande, o sea, las imágenes son muy grandes, las caras, los lugares, las muecas. No tengo ningún buen site para referirlos, sólo este, donde están todos los datos del ciclo "El cine francés visto por dentro", en el cual pasaron la película.

También les dejo la foto de mi última lastimadura accidental, no fue profunda, no dolió, ni siquiera sangró, pero tuvo un proceso asombroso.